EFECTO. Pinchi, quien fue vinculada como la ‘amante’ de Vizcarra, asegura que el exmandatario nunca la afanó y que la decepcionó. (Foto: Javier Zapata/Perú21)
EFECTO. Pinchi, quien fue vinculada como la ‘amante’ de Vizcarra, asegura que el exmandatario nunca la afanó y que la decepcionó. (Foto: Javier Zapata/Perú21)

Era 2022 cuando, en medio de la investigación por corrupción que se le seguía al exmandatario , este solicitó permiso para viajar a Cusco para realizar actividades de su partido Perú Primero.

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Tenía limitaciones para viajar por las pesquisas, pero argumentó al Poder Judicial que se encontraba en el proceso de inscripción de su propia agrupación política y debía instalar dos bases en la Ciudad Imperial, motivo por el que su requerimiento fue aprobado.

Sin embargo, una investigación periodística reveló que Vizcarra no fue exactamente a realizar un trabajo político, sino que, por el contrario, tuvo motivos más personales. Salieron a la luz supuestos chats que mantuvo con Zully Pinchi, una abogada con la que postuló al Congreso en 2021 —con el partido Somos Perú— luego de haber sido vacado del sillón presidencial. Según se visualizó en las conversaciones, ambos coordinaron un encuentro íntimo en un hotel del Cusco, e incluso Vizcarra le daba indicaciones con el número de habitación y le explicaba qué nombre debía dar.

El expresidente le envió una fotografía de su rostro que fue respondida por la abogada con un ‘Fiu Fiu’, término que fue el punto de inicio para la creación de una canción que luego se hizo viral.

Perú21TV conversó con Zully Pinchi, quien luego del escándalo publicó dos libros que fueron un éxito en ventas y, para muchos, inspirados en el amorío clandestino con Martín Vizcarra que, asegura, fue ‘armado’.

Su libro Un presidente enamorado inicia, curiosamente, abordando una infidelidad. ¿Cómo llegó a ese título, que puede tener mucha relación con la coyuntura del escándalo?

Yo escribo desde hace muchos años. Esta novelita romántica trata del amor, de la pasión, trata de las mujeres que muchas veces buscamos siempre el amor ideal, como lo que nos vendió Miguel de Cervantes; yo intentaba buscar a mi Don Quijote. Es un libro que va ligado con política, con el reencuentro de una mujer y, sobre todo, con un desenlace donde se va a ver involucrada en un triángulo amoroso.

¿Qué parte de su vida ha tomado para que sea parte de la ficción y qué no?

Absolutamente nada tiene que ver con mi vida. Lo que sí es que está vinculada a la política; la protagonista se casó con un político mayor que ella. Yo me casé con un político casi de mi edad, Miguel del Castillo.

Su libro se publica un año después de que se viera involucrada por los chats con el expresidente Martín Vizcarra. De todos los títulos que pudo haberle puesto a esta novela, ¿por qué decidió escoger este?

Porque estoy vinculada con mucha gente de la política de Perú y de Europa, porque yo asesoro políticos que están en el Congreso, senadores (de otros países), alcaldes. También hay un par de presidentes a nivel de Latinoamérica y a nivel de Europa.

Somos Perú es el mismo partido que llevaba como líder al expresidente Vizcarra luego de que fue vacado. Cuando usted asume la postulación al Congreso, ¿ya lo conocía?

No lo conocía personalmente, pero de que sabía de él, claro que sí.

¿Que haya sido vacado de la presidencia qué opinión le merecía en ese momento?

Yo escojo Somos Perú porque era un partido municipalista, por lo que no tenía el peso de tener candidatos involucrados en corrupción. Pero, bueno, me equivoqué. Y, bueno, son presuntos delitos. Mientras yo no tenga una sentencia firme, yo no puedo opinar, pero sí me causó una sorpresa muy grande.

Pero ir a un juicio oral no es poca cosa. Significa que hay indicios sólidos presentados por la Fiscalía contra Vizcarra.

En ese momento eran presunciones; tú sabes que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Todo era especulación y no había sentencias firmes porque estaba en la etapa de la investigación preliminar. Hoy en día es otro el escenario.

Vizcarra mencionó que luego de la campaña al Congreso usted se le acercó. ¿Qué le llamó la atención de su nuevo partido?

Yo nunca me acerqué.

¿Entonces el señor Vizcarra miente?

No miente, sino que quizás se olvidó. Él me llamó y me dijo ‘por favor, apóyame en el partido; me gustaría que lo hagas dada tu condición de abogada’. Él me dice ‘¿ya piensas volverte a Madrid?’ Le dije que ‘sí, ya me voy precisamente en una semana’, y me pide que, junto con otras excompañeras de la lista de Somos Perú, lo apoye en la constitución de su partido.

¿Tiene pensado conseguir un cargo público aquí?

Por supuesto. Cuando ocurre todo el evento, yo estaba en la lista de regidores a Lima de George Forsyth en Somos Perú. Ocurre el escándalo y por motivación personal hablé con Patricia Li y le digo que ya no voy.

¿Cuando sale todo el escándalo es que decide alejarse del apoyo a Perú Primero?

Fíjate que nunca dejé de apoyarlos. Nunca me alejé ni del señor Martín Vizcarra ni de nadie del partido, porque no tiene nada que ver una cosa con la otra.

Pero para apoyar un proyecto político debe tener cierta afinidad…

Muchos excompañeros sí que son militantes y forman parte del partido. Yo no, pero sí estaba por un compromiso.

¿Y nunca la afanó el exmandatario?

No, sus acercamientos siempre fueron muy respetuosos, con mucha consideración, con muchísimo tacto.

¿Qué aprendió o qué conclusión saca de todo este momento mediático?

Fue muy duro personalmente porque no me lo esperaba, no tenía idea (de cómo manejarlo). Yo tuve un suegro, Jorge del Castillo, a quien nunca le pedí un favor (cuando era premier). Nunca le pedí nada a mi exsuegro porque sé que eso es un delito.

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Zully Pinchi, autora de ''Un presidente enamorado''