Laurent Binet, escritor francés.
Laurent Binet, escritor francés.

Atahualpa, el último emperador de los incas, nunca fue capturado por los españoles ni ejecutado, sino que logró huir a Europa, y tras desembarcar en Lisboa en 1531, conquistó España y el resto del Viejo Continente con menos de 200 personas en su flota.

La tercera novela del escritor francés Laurent Binet (1972), Civilizaciones (Seix Barral), es una ucronía o historia alternativa en el que el proceso de la conquista ocurre al revés. La literatura como especulación. Que abre mundos y se sumerge en ellos para explorar sus posibilidades. Una investigación de lo humano en el ajedrez de la historia. Y todo comenzó en 2015. Un viaje a Lima invitado por la Feria del Libro de ese año aumentaría su fascinación por los incas. A ello seguirían otros viajes y un largo proceso de documentación.

“Leí el libro de Jared Diamond Armas, gérmenes y acero sobre por qué los españoles ganaron. Él dice que fue por los caballos, el metal y los microbios, y luego me estaba preguntado por qué no imaginar el proceso opuesto. ¿Por qué Atahualpa no fue a Europa a capturar a Carlos V? La hipótesis era interesante. Y decidí contar esa historia. Y luego fue como un juego”, dice. Ahora trabaja en la adaptación del libro (para la cual suena el nombre de Alejandro González Iñárritu como director), que ganó el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa. En la conversación por Zoom, resuenan las noticias del segundo confinamiento de Francia y de la decapitación a plena luz del día de un profesor por exhibir fotos de Mahoma. “Son tiempos extraños”, añade.

¿Qué te parece particularmente interesante de los incas para reescribir la historia con ellos como protagonistas?

Me gusta su organización social. Los incas tenían todo centralizado, una economía de Estado controlada por la alta jerarquía, con división de la tierra y seguridad social. Ellos debían cuidar a los pobres, enfermos, mayores, y demás. Encontré eso y me pareció fascinante hacer la comparación con Europa. Por ese tiempo, Europa era bastante diferente. El capitalismo estaba creciendo. Confrontar esas dos culturas económicas fue bastante interesante.

Has dicho que con los incas no habría calentamiento global...

Creo que es lógico. ¿Qué debemos hacer para acabar con el calentamiento global? Apagar buena parte de las grandes industrias, pero no puedes hacer eso con el libre mercado. No puedes pedir a las compañías que dejen de producir. Necesitarías algo más centralizado, con más poder del Estado.

Con algunas desventajas...

Claro, sabemos que en la Unión Soviética, la sociedad no era extremadamente feliz, pero para este fin, el poder centralizado tendría la posibilidad de detener cierta parte de la producción. La centralización planificada de Atahualpa podría, creo. Nunca lo sabremos.

¿No crees que has idealizado a los incas?

No creo. Si lees el libro, Atahualpa no es un gran defensor de los derechos humanos. Ayuda a los musulmanes y a los judíos porque necesita aliados. Hace exactamente lo mismo que Cortés hizo contra los aztecas. Es estrategia, no humanitarismo. Y cuando tiene que masacrar a una ciudad entera, lo hace, al igual que Cortés en un pueblo llamado Cholula.

El libro describe episodios crudos y con ello es difícil comprar cierto relato heroico de los conquistadores que hemos tenido tradicionalmente.

Y cuando Atahualpa tiene que matar al hijo de un rey, de Carlos V, lo hace sin reparo. Es política, es un conquistador. Los perdedores ganan en mi historia, pero no se comportan diferente a los verdaderos conquistadores.

La historia cambia, pero no los intereses, la ambición... ¿Escribir el libro te ha dado luces sobre qué define lo humano?

Todos estamos hechos de amor, odio, miedo a la muerte, instinto de supervivencia, creencias, esperanza, expectativas. Atahualpa es como Carlos V, solo que uno gana y el otro pierde. Son culturas diferentes, pero no creo que hay diferentes tipos de seres humanos. Lo único diferente sería que, creo, cuando los incas se estaban extendiendo, no forzaban a las personas a adorar al sol y dejaran su religión.

Ese detalle del libro es algo significativo ahora, considerando el fanatismo que condujo al asesinato del profesor por exhibir caricaturas de Mahoma.

Mi novela no es un libro científico. Tal vez me equivoco. Esta es la forma en que veo a los incas. No creo que los hice mejores de lo que eran. Eran un imperio grande, extendiéndose. No eran hippies, con paz y amor (ríe). Atahualpa era un político. Cada decisión que toma es impulsada por interés político. Él es un rey, un sobreviviente y un conquistador. Mi libro es como un espejo invertido.

¿Cómo crees que tu condición particular, de escritor francés, influenció en lo que escribiste?

Dos cosas me impulsaron: no creo en Dios y creo que la historia del mundo es la historia de la lucha de clases... Además, soy hijo de la revolución francesa. Me gustan las revoluciones (ríe).

Actualmente algunos grupos se sienten atraídos por la idea de que la historia pudo haber sido diferente, y atacan a las estatuas. ¿Qué piensas de eso?

Las estatuas no son historia, son un mensaje del presente. Dicen que rendimos honor a Pizarro, por ejemplo. Cuando se destruyeron las estatuas de Stalin o Sadam Hussein, nadie entró en shock. De Colón, no hay que olvidar quién fue.

No borrar la historia...

Hagan lo que deseen con las estatuas, pero no cambien el texto. Esa es mi posición. No quemen el diario de Colón. Nosotros necesitamos que sea posible leer la historia.

¿Una ucronía puede ayudar a comprender los complejos procesos de la historia?

Si lees mi libro sabiendo nada, solo como un libro de aventura, no será lo mismo. Lo divertido con mi libro es que es el camino opuesto.

El poder de la literatura para plantear realidades alternativas que dicen algo sobre lo real.

Esa es la definición de ficción o imaginación. Es pensar lo que no existe. El punto de partida es lo que existe. De ahí la ficción puede ser cercana a la realidad, lejana o exactamente lo opuesto, puede estar lejos en el futuro, en el pasado. Lo que no sabes puedes imaginarlo, lo que sabes puedes cambiarlo. Eso es lo que hice.