El mercado de las bodas crece cada año. Y se recuperó tras la pandemia. De eso y más habla Mariangela de la Barra.

¿Cómo llegó a este oficio y qué características se deben tener para ejercerlo?

Me caracteriza la pasión por los detalles y la búsqueda de nuevas tendencias. Considero que soy apasionada por la innovación; por eso siempre estoy dispuesta a escuchar nuevas ideas y a crear experiencias originales. Estar al día con lo último en bodas de todo el mundo es parte de mi vida. Profesionalmente, soy wedding planner certificada desde 2014, hace 10 años. Anteriormente estudié Ciencias de la Comunicación y una maestría en Marketing y Dirección Comercial.

Es una combinación de distintos rubros, todo en uno…

Hay que tener ciertas nociones de decoración, coctelería y moda, entre muchos otros rubros. Me certifiqué en consultoría de imagen, protocolo, gestión sanitaria, maquillaje, escenografía, ambientación de espacios… Tienes que ver desde el styling, las fotografías y los viajes hasta los arreglos florales, la música y los videos. Todos los detalles parreadora de momentos mágicos y experiencias memorables.

¿Qué la diferencia de las otras propuestas?

Soy muy exigente y trabajo con proveedores 100% garantizados, los cuales selecciono minuciosamente para cada pareja de acuerdo a su estilo. Disfruto conociendo a las personas y escuchando sus sueños. Y, cuando se trata de novias, aún más. Cada boda es distinta, única, hand made e irrepetible. Creamos recuerdos, momentos eternos e inolvidables, así que todo debe salir perfecto.

¿Qué tan complejo es planear una boda desde cero?

Mucho. Por eso asesoramos con el diseño, la organización y la planificación de tu boda soñada. Servimos de apoyo y brindamos la tranquilidad de que todo saldrá según lo planeado. Nos encargamos de solucionar los imprevistos que puedan surgir. Y que los invitados sean bien atendidos. Controlamos los costos según el presupuesto asignado. Elaboramos el cronograma de pagos y ejecutamos el protocolo acorde al estilo del matrimonio. Conseguimos las mejores opciones y coordinamos que cada proveedor cumpla con sus tareas. Nos aseguramos del éxito de la boda.

¿Qué les diría a quienes prefieren organizar de forma privada su propio evento?

Es cuestión de gustos. Personalmente, creo que lo mejor es que los novios solo se encarguen de disfrutar. Y dejar que la wedding planner se encargue de todo. Puede ser un trabajo titánico. Nosotros brindamos una asesoría integral de siete a 12 meses para los novios que se comprometieron y no saben aún por dónde empezar. O para esas parejas que tienen muchas dudas para iniciar la planificación de la boda. Nos encargamos de los preparativos, acompañamos todo el proceso y garantizamos que todo se lleve a cabo según el cronograma. También nos encargamos de que la boda tenga su propio estilo, porque algunos piden cosas fuera de lo común. Una música particular, una puesta en escena, un video especial. También hacemos bodas temáticas, a la medida de los novios.

A muchos se les va de las manos…

Puede ser estresante para los novios. Si tienes todo avanzado, pero sientes que el tiempo te va a quedar corto, también hacemos asesorías parciales, por ejemplo. Son ideales para optimizar los recursos, definir el presupuesto y elegir a los proveedores de confianza. Son asesorías de tres a seis meses que ayudan a establecer el protocolo, la decoración, la distribución de las mesas, la barra… Finalmente, tenemos asesorías express para ajustar el timing, las coordinaciones de último minuto, la confirmación de invitados, la puesta en escena, la sesión de fotos y el look de la novia.

¿Cuáles son los mitos y errores más frecuentes en la organización de bodas?

Elegir un vestido de novia puede ser un verdadero dolor de cabeza. No sugiero apresurarse. No recomiendo comprar vestidos por Internet. Tampoco obsesionarse con un modelo en particular por alguna tendencia de moda, porque lo usó una famosa o porque lo viste en una revista. Un error frecuente es no definir las listas de invitados y la proporción. Es importante precisar desde el inicio el número de invitados, por un tema de aforo y presupuesto. ¿Conviene o no invitar a los amigos del trabajo? Considero que es indispensable tener una lista de espera. Pero los invitados no deben enterarse. Por eso, sugiero mandar a imprimir más invitaciones de las necesarias, para poder seguir el cronograma en caso de que haya cancelaciones. ¿Casarse en la playa, en el campo o en un salón? Hay que tomar en cuenta la fecha, el clima, la ubicación. Los feriados, las fechas importantes del año que se pueden cruzar y los días en que los funcionarios de las municipalidades no trabajan, en caso de que te cases por civil. Muchos se casan a partir de abril, cuando el verano y la temporada de playa van llegando a su fin.

Al final, se suelen priorizar las fotos y los videos.

A veces, por tratar de capturar el momento terminas perdiéndotelo. Mejor es no tomar fotos con el celular y definir bien al fotógrafo. Cada uno es distinto. Son los recuerdos que quedarán para siempre. Hay que hacer una investigación de cada opción. Y también hay que precisar el retoque de las fotos. Es clave tener una buena relación con el fotógrafo.

AUTOFICHA

- “Nací en Lima. Estudié Ciencias de la Comunicación y luego hice una maestría en Marketing y Dirección Comercial en la Universidad Pacífico. Amo el arte y la música, son muy importantes para mí. Fui cantante. Primero en la banda Viajeros (2004) y luego como solista (Maripop)”.

- “Gané el premio ZIWA 2019 y me certifiqué por el Instituto Iberoamericano INIBEP y Atlantis University (Miami). Estudié en Le Cordon Blue. Mi web es . El rubro se recuperó tras la pandemia. Hoy, genera más de S/2 mil millones al año”.

- “Hay un boom de bodas en el Perú. Es un mercado cada vez más grande y muy dinámico que se combina con rubros como el hotelero, el gastronómico, el inmobiliario y el de la moda. Las nuevas tendencias incluyen el uso de TikTok, drones, IA y demás tecnología para hacer ese día aun más especial”.