Volveremos a tener un invierno como Dios manda, sostiene el columnista. (Foto: Agencia Andina)
Volveremos a tener un invierno como Dios manda, sostiene el columnista. (Foto: Agencia Andina)

A una semana del punto medio del verano, este ha empezado a apretar a los limeños con unos días cálidos que han estado fundamentalmente vinculados a la incursión de vientos del norte que soplan a baja altura, y que nos traen a la costa central, los aires cálidos que caracterizan al norte del país. Ayer en la tarde, poco después del mediodía, los vientos costeros empezaron a soplar con mayor fuerza, frenando el avance del calor que, sumado al Niño Costero que vivimos, produjo el jueves, el día más cálido en Lima desde 2020 y la noche más cálida desde las muy calurosas noches que dieron origen al actual Niño Costero.

Ayer el ENFEN ha hecho público el pronóstico oficial que señala lo siguiente a lo que sumo algunos comentarios:

Entre febrero y abril se esperan temperaturas del aire por encima de lo normal a lo largo de la costa norte y centro. Esto abarca desde Tumbes hasta Ica. Por lo que más calor aún es perfectamente posible. De hecho, otro periodo de vientos del norte se espera en la primera semana de febrero.

Es más probable que las lluvias en la costa norte registren valores normales y en la sierra norte valores normales o sobre lo normal, sin descartar lluvias puntuales de moderada intensidad en ambos sectores. Se descartan lluvias severas y condiciones clásicas de El Niño. De hecho, enero terminará siendo pobre en lluvias en el norte.

En la sierra sur se pronostican lluvias por debajo de los valores habituales en lo que resta del verano. Esto no es bueno dado el nivel del lago Titicaca y el bajo – aún – llenado de los embalses de Arequipa.

En la zona centro-occidental que abarca Lima las condiciones hidrológicas serían en promedio normales, sin descartar eventos de crecidas repentinas que podrían afectar las actividades en los ríos y zonas aledañas, además de posibles activaciones de quebradas. Eventualmente, algún huaico en la costa central, que incluye el Rímac es posible. En El Niño del verano de 2016 un tremendo huaico nos dejó en marzo varios días sin carretera Central, a pesar de que no llovió nada en el norte.

En resumen, y como hemos venido explicando en este periódico, la vamos a librar relativamente bien en lo que queda del cálido verano que la próxima semana llega a su punto medio.

Pero lo más interesante, al margen de que los pronósticos apocalípticos y sus pregoneros quedan sin piso, es la creciente probabilidad de un vuelco a condiciones frías. Esto en la jerga climática es La Niña Costera.

De hecho, para junio, mes del inicio del invierno; ENFEN estima en 46% las probabilidades de La Niña. Siendo este el más probable escenario a partir de entonces.

Volveremos a tener un invierno como Dios manda.