La detención de siete personas y el allanamiento de 21 inmuebles fue bautizada como el Operativo Valkiria II.

Mirtha Gonzales Yep fue la comerciante que gestionó el porcelanato de la casa del excongresista Héctor Becerril. Según la resolución del juez Raúl Justiniano, ella establece contacto con su amigo de años, Juan Carlos Tafur. Según la tesis fiscal, el director del portal Sudaca sería el contacto con Jaime Villanueva, columnista del mismo medio, quien, a su vez, sería el nexo con la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Gonzales Yep tenía un as bajo la manga para ayudar a Benavides: una persona que podía ayudarla en la investigación preliminar que le tenía la Junta Nacional de Justicia (JNJ). El 13 de marzo de 2023 se daría una primera reunión. Los asistentes al ya célebre noveno piso del Ministerio Público serían Gonzales, Tafur, Benavides y Miguel Girao. Según la resolución del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria, Gonzales le hace la propuesta a Benavides, confiada en su cercanía con un topo que tenía en la Diviac. Un agente llamado Jorge Jhonatan Rodríguez Menacho, quien tenía acceso a las llamadas legalmente interceptadas en el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto. Esta historia fue referida por Jaime Villanueva, quien no estuvo presente en dicha reunión, pero con quien Benavides conversó luego de escuchar la propuesta.

Tras aceptar el ofrecimiento, Benavides le habría pedido a Villanueva que haga las coordinaciones con Gonzales. Villanueva sí acude a la segunda reunión. Esta se da en la cafetería Singular de Barranco, el 18 de marzo. Tafur, Gonzales y Villanueva llegan al cónclave para precisar el arreglo. Allí, Gonzales aseguró que se encargaría de influir sobre el efectivo policial que formula el informe de vinculación y registro de llamadas. Todo para apoyar a Benavides. Ese registro de llamadas entre Antonio Camayo (Iza Motors) y Benavides iba a ser enviado por la Diviac a la JNJ. Y Rodríguez Menacho tenía ese acceso clave. Y la capacidad de ‘limpiar’ a Benavides ante la JNJ.

¿Qué pedía a cambio Gonzales Yep? Una mano amiga para el caso del abogado José Luis Castillo Alva, su pareja, investigado por el Equipo Especial en el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto.

La tercera reunión fue el 19 de marzo. Tafur, Gonzales y Villanueva se vieron en el bar del hotel Westin, en San Isidro. El 20 de marzo Villanueva le cuenta los detalles del encuentro a Benavides. Y, según el filósofo, Benavides acepta las condiciones de Gonzales.

Finalmente, la cuarta reunión se da en el bar del Hotel Pullman, de Miraflores. Allí se citan Tafur, Villanueva, Gonzales y Girao. Gonzales detalló la situación de Castillo Alva. Además, ella se comprometió a influir en dos integrados de la JNJ. Dos personajes aún por identificar. Y a dar US$60 mil a los asesores de la fiscal de la Nación, para que garanticen el seguimiento y cumplimiento del compromiso. En la quinta reunión, ambas partes terminan aceptando el acuerdo.

La prueba estaría en el hecho de que Benavides concluyó los nombramientos de tres fiscales del caso Cuellos Blancos. Los fiscales Max Castro Huamán, Jorge Díaz Cabello y Andy Rodríguez. Tres fiscales que venían investigando a Castillo Alva.

Por su lado, Gonzales honra también su parte del compromiso. Por eso, lleva al policía de la Diviac, Rodríguez Menacho, a una reunión en abril de 2023. Allí el policía confirma que había formulado el informe de vinculación de llamadas. A cambio de eso, él recibió un departamento de parte de Gonzales Yep y Castillo Alva.

TAFUR Y EL QUINTO PODER

“Abusiva, irracional e inmotivada ha sido la medida de allanamiento dispuesta en mi contra por el equipo de la fiscal Marita Barreto”, ha escrito Juan Carlos Tafur. “No se me imputa ningún delito, salvo una referencia inicial difuminada a una supuesta pertenencia a una organización criminal y a la publicación de un informe crítico contra la propia fiscal por el caso Sada Goray, por el viaje que la magistrada efectuara a Punta Cana y Miami a tomarle sus declaraciones”, agregó el periodista en un editorial de su medio Sudaca. “Conmigo se ha cometido una grave injusticia, se ha atentado contra la libertad de prensa y se han vulnerado derechos democráticos esenciales”.

El periodista se ampara en un infeliz fraseo de la resolución que afirma que “se habría puesto a disposición del programa criminal, publicando a sabiendas un reporte sobre desprestigio a la fiscal superior (…), que había sido formulado por el abogado de su gran amigo José Luis Castillo Alva”. El documento se centra en la publicación de reportajes, cogiendo el rábano por las hojas.

Lo sustancial no sería eso, sino que, según el mismo escrito, “participó activamente en las coordinaciones para la destitución de fiscales y el nombramiento de aquellos que respondan a los intereses de José Luis Castillo Alva, investigado por el caso Cuellos Blancos del Puerto”. La resolución judicial es clara. La historia es más compleja que solo un par de artículos en contra o a favor. Queda por explicar el detalle de las reuniones y qué se habría obtenido a cambio.

En el medio periodístico, era conocida la iniciativa de Tafur por publicar un nuevo semanario. Incluso llamaron a más de un periodista del medio para reclutarlos. Esto luego de su alejamiento de los hermanos y empresarios David y Felipe Novoa Guibovich de Teoma, empresa vinculada a Sudaca.

Valga recordar que, hace muchos años, Gonzales Yep tenía una revista política llamada 5to Poder. Una publicación que fue infiltrada por el entorno de Fernando Zevallos.

La detención de Martín Gonzáles Sánchez es el capítulo XII de esta saga. Y si él habla, todo se podría complicar. Paralelamente, un fiscal buscaría abrirles investigación a los miembros del Equipo Especial. Por el otro lado, Óscar Nieves y Marco Huamán serían las vías para llegar a las dos mujeres poderosas en cuestión. Y Huamán estaría incluso postulando a colaborador eficaz. Los días de Benavides estarían contados.