Las fiestas navideñas son un motivo de celebración para las familias, sin embargo, no todos suelen pasarlo bien en estas fechas. Las personas con (TEA), principalmente los niños, son especialmente sensibles a estos eventos y pueden generarles estrés o una crisis emocional si no se toman en cuenta.

Según las especialistas, Ursula Sánchez Córdova, Licenciada en terapia ocupacional con especialización en TEA, y Hellen Jesús Saenz Ramos, psicóloga especialista en comunicación e Interacción de niños con TEA, las fiestas de Navidad y Año Nuevo suelen afectar de manera especial a estos menores debido a muchos factores, como el cambio rutinario, los ruidos e incluso las luces y colores propios de estas festividades.

Milagro Huamán y su hijo Jimmy, quien tiene autismo, sufre todos los años a causa de las celebraciones con pirotecnia (Foto: Anthony Niño de Guzmán).
Milagro Huamán y su hijo Jimmy, quien tiene autismo, sufre todos los años a causa de las celebraciones con pirotecnia (Foto: Anthony Niño de Guzmán).


¿Cómo afectan las fiestas navideñas y de fin de año a los niños con autismo?


“Dependiendo el perfil sensorial del niño, algo aparentemente tan simple como las luces de las decoraciones navideñas dentro del hogar o en las calles, los ruidos de los fuegos artificiales, las visitas no esperadas e incluso los ruidos en casa durante el saludo navideño, puede desencadenar en el niño con autismo, una crisis emocional”, comenta Sánchez Córdova.

Por su parte, Saenz Ramos coincidió en que “una celebración que reúne a muchas personas, las cuales tienen conversaciones que involucran risas, gritos, hurras, entre otros ruidos, producto de la emoción y alegría de compartir juntos en familia, pueden ser algo abrumadores para una persona con TEA, más aún cuando está asociada la hipersensibilidad auditiva a su condición”.

Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales
Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales


¿Suelen ser más complicadas las fiestas para un niño con TEA? ¿Por qué?


Saenz enumera una serie de motivos por los que estas fechas suelen ser más complicadas para un niño con TEA, dependiendo de varios factores:

  • Cambios de rutinas: Muchas veces las familias deciden juntarse para fiestas de fin de año, como reunirse en la casa de los abuelos, por ejemplo. Si no es habitual que se haga este tipo de cambios, es muy probable que el niño con TEA se sienta ansioso por la falta de experiencia y además, por su inflexibilidad y/o rigidez que en algunas personas están muy marcadas. Además, tener en cuenta que muchas familias esperan la medianoche para cenar o comenzar el festejo, las trasnochadas también pueden ser otro motivo para estresar y poner ansiosa a la persona con TEA.
  • Falta de información y anticipación: Cuando hablamos de la inflexibilidad y rigidez, hablamos de un área muy importante para la interacción social, la cual permite que uno pueda adaptarse a cualquier situación o contexto, pero en personas con TEA es un tanto más tedioso. Además, la falta de información, de lo que ocurrirá o cómo será (falta de anticipación) puede que también estresen y pongan ansiosa a la persona.
  • La hipersensibilidad auditiva y fuegos artificiales: En nuestro país la venta ilegal y la fácil adquisición de estos productos hacen que las fiestas se vuelvan abrumadoras. Si los sonidos de los pirotécnicos son sumamente fuertes y ensordecedores para uno mismo, imagínense para un niño con hipersensibilidad auditiva. A ellos les puede causar dolor y sufrimiento.


Para Sánchez, conocer el perfil sensorial del niño con TEA es sumamente importante, este “es realizado por un terapeuta ocupacional, quien brindará las estrategias específicas para cada niño”.


¿Cómo se puede manejar la situación?


Ambas especialistas coinciden en una serie de acciones que los padres o familiares de un niño con TEA pueden poner en práctica a fin de que estas celebraciones sean disfrutadas por todos los miembros de la familia:

  • Lo ideal y conveniente es que cada niño lleve intervención en comunicación e interacción que no es lo mismo que terapia de lenguaje. Cada niño es diferente y único con sus propias características y por ende, necesita sus propias técnicas de intervención. Y si hay dificultades sensoriales como la hiper sensibilidad auditiva, sería bueno complementar con terapia ocupacional.
  • La anticipación es una estrategia de suma importancia, acompañada de imágenes (pictogramas, fotos, dibujos, caricaturas) puede ayudar al niño a disminuir la ansiedad.
  • Otra estrategia que sirve mucho con los niños con mayor comprensión son las historias sociales, esto permite narrarles situaciones sociales en las cuales ellos son los personajes principales. Narrado en primera persona e indicando el problema y la solución, esta técnica ayuda a que el niño se ubique en la situación y logre tener una solución en el momento.
  • También se podría ir aproximando al niño a cambios de rutina, llevándolo de a pocos a reuniones familiares para familiarizarlos y así también puedan vivir sus propias experiencias con ellos.
  • Crear espacios que lo ayuden a regularse, como por ejemplo: ‘El rincón de la calma’, dónde se encuentren sus juguetes preferidos o elementos que lo regulen (masa, pelota, crema, etc)
  • No forzar en que salude con un beso o un abrazo a las visitas.
  • Si el niño es sensible a los ruidos, se puede brindar tapones o audífonos con cancelación de ruido para atenuar los sonidos. Pero es importante que sepa que usará sus audífonos antes de la medianoche y sepa el porqué lo hará, aquí es importante, nuevamente, la anticipación.
  • También tener en cuenta las horas de festejo, tal vez una celebración más temprano con los niños de la casa ayudará a que no afecte mucho sus horas de sueño y así logre estar más tranquilo cuando sea medianoche, el momento de los fuegos artificiales.


¿Qué podría suceder si los padres no toman las precauciones necesarias?


La psicóloga Saenz Ramos considera que si la familia no toma las precauciones del caso, lo que pueden causar en su hijo es estrés, hacer que pase una muy mala experiencia y desatar crisis emocionales, las cuales pueden entristecer las celebraciones. Además, a la largo plazo, las familias pueden ir alejándose de sus seres queridos por temor de que sus hijos pasen otro mal momento, aislándolos de nuevas experiencias, lo cual no ayudará en sus futuras relaciones sociales. “Lo ideal es seguir exponiéndolo a nuevas experiencias y situaciones, pero con las estrategias ya mencionadas”.


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Por Ursula Sánchez Córdova, Licenciada en terapia ocupacional con especialización en TEA



¿cómo afectan las fiestas a los niños con autismo?

Dependiendo el perfil sensorial del niño, algo aparentemente tan simple como; las luces de las decoraciones navideñas dentro del hogar o en las calles, los ruidos de los fuegos artificiales, las visitas no esperadas e incluso los ruidos en casa durante el saludo navideño, puede desencadenar en el niño con autismo, una crisis emocional.


¿Suelen ser más complicadas las fiestas para un niño con TEA? ¿Por qué?

- Sí, ya que, el cambio en su rutina cotidiana, sumado a la cantidad de estímulos sensoriales, tales como; visuales, auditivos, olfativos y táctiles, representan para el niño un gran desafío. Los niños con autismo suelen tener dificultades sensoriales, es por ello la importancia de conocer el perfil sensorial, que es realizado por un terapeuta ocupacional, quien brindará las estrategias específicas para cada niño.

¿Cómo se puede manejar la situación?

- La anticipación es una estrategia de suma importancia, acompañada de imágenes puede ayudar al niño a disminuir la ansiedad.

- Crear espacios que lo ayuden a regularse, como por ejemplo: “El rincón de la calma”, dónde se encuentren sus juguetes preferidos o elementos que lo regulen (masa, pelota, crema, etc)

- No forzar en que salude con un beso o un abrazo a las visitas.

- Si el niño es sensible a los ruidos, se puede brindar tapones o audífonos para atenuar los ruidos.

¿Qué podría suceder si los padres no toman las precauciones necesarias en estas fechas?

- Puede abrumarse y desencadenar una crisis.



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Por Hellen Jesús Saenz Ramos, psicóloga especialista en comunicación e Interacción de niños con TEA



¿cómo afectan las fiestas a los niños con autismo?

¿Suelen ser más complicadas las fiestas para un niño con TEA? ¿Por qué?

¿Cómo se puede manejar la situación?

¿Qué podría suceder si los padres no toman las precauciones necesarias en estas fechas?


1. Cuando hablamos de fiesta, hablamos de una celebración que reúnen a muchas personas, las cuales tienen conversaciones que involucran risas, gritos, hurras, entre otros ruidos que son realizadas por la emoción y alegría de compartir juntos en familia. Los ruidos en general y más aún si son en conjunto, pueden ser algo abrumadores para una persona con TEA, más aún cuando está asociado la hipersensibilidad auditiva a su condición. A ello, se le suma el sonido abrumador de los fuegos artificiales.

2. Las fiestas navideñas y la de fin de año suelen ser más complicadas para una persona con TEA por diferentes motivos:

- Cambios de rutinas: muchas veces las familias deciden juntarse para fiestas de fin de año, como reunirse en la casa de los abuelos, por ejemplo. Si no es habitual que se haga este tipo de cambios, es muy probable que el niño con TEA se sienta ansioso por la falta de experiencia y además, por su inflexibilidad y/o rigidez que en algunas personas están muy marcadas. Además, tener en cuenta que muchas familias esperan las 12 para cenar o comenzar el festejo, las trasnochadas también pueden ser otro motivo para estresar y poner ansioso a la persona con TEA.

- Falta de información y anticipación: cuando hablamos de la inflexibilidad y rigidez, hablamos de un área muy importante para la interacción social, la cual permite que uno pueda adaptarse a cualquier situación o contexto, pero en personas con TEA es un tanto más tedioso. Además, la falta información, de lo que ocurrirá o cómo será (falta de anticipación) puede que también estresen y pongan ansiosa a la persona.

- La hipersensibilidad auditiva y fuegos artificiales: en nuestro país la venta ilegal y la fácil adquisición de estos productos hacen que las fiestas se vuelvan abrumadoras, puesto que, los sonidos de los pirotécnicos son sumamente fuertes y ensordecedores para uno mismo, imagínense para un niño con hipersensibilidad auditiva, pues a ellos prácticamente les puede causar dolor y sufrimiento.

3. Lo ideal y conveniente es que cada niño lleve intervención en comunicación e interacción que no es lo mismo que terapia de lenguaje. Cada niño es diferente y único con sus propias características y por ende, necesita sus propias técnicas de intervención. Y si hay dificultades sensoriales como la hiper sensibilidad auditiva, sería bueno complementar con terapia ocupacional.

Por otro lado, también se podría ir aproximando al niño a cambios de rutina, llevándolo de a pocos a reuniones familiares para familiarizarlos para que así también puedan vivir sus propias experiencias con ellos. A la par, dependiendo del nivel de comprensión del niño, ir anticipándolo qué actividades realizará. La anticipación se puede realizar con apoyos visuales (pictogramas, fotos, dibujos, caricaturas), también de manera escrita, dependiendo de la habilidad de cada niño, realizando una agenda visual o escrita, que es una secuencia a seguir en un periodo de tiempo determinado, por ejemplo, primero comer (cena navideña), cantar villancicos, abrir regalos, ir a dormir). Otra estrategia la cual sirve mucho con los niños con mayor comprensión son las historias sociales, esto permite narrarles situaciones sociales en las cuales ellos serán los personajes principales, narrado en primera persona e indicando el problema y la solución, esta técnica ayuda a que el niño se ubique en la situación y logre tener una solución en el momento.


Con respecto a la hipersensibilidad auditiva, el niño puede usar auriculares con cancelación de ruido para así disminuir la intensidad de los sonidos incómodos de los fuegos artificiales. Aquí nuevamente puede funcionar el trabajo de la anticipación, para que sepa que usará sus audífonos antes de las 12 y sepa el porqué lo hará. Dependiendo de las características del niño, puede estar en un cuarto o espacio con objetos de su agrado que le den tranquilidad o logren calmarlo, como su manta o peluche favorito, así como una caja sensorial con objetos que lo ayuden a regularse, por ejemplo. Si el niño logra tolerar los sonidos de los pirotécnicos con el apoyo de sus auriculares, por aproximaciones se le puede invitar observar los fuegos artificiales para que también logre disfrutarlos de sus formas y/o colores. Previo a ello, se le puede mostrar videos de los fuegos artificiales para que tenga una idea de cómo son.


También, tener en cuenta las horas de festejo, tal vez una celebración más temprano con los niños de la casa ayudará que no afecte mucho sus horas de sueño y así logre estar más tranquilo cuando sean las 12, el momento de los fuegos artificiales.


4. Si la familia no toma las precauciones del caso, lo único que pueden causar en su hijo/a es estrés, hacer que pase una muy mala experiencia y desatar crisis, las cuales pueden entristecer las celebraciones. En otros casos, a la larga, las familias pueden ir alejándose de sus seres queridos por temor de que sus hijos pasen otro mal momento, quedándose en casa y aislándolos de nuevas experiencias, lo cual no ayudará en sus futuras relaciones sociales. Lo ideal es seguir exponiéndolo a nuevas experiencias y situaciones, pero con las estrategias ya mencionadas como la anticipación de por medio con agendas visuales o escritas, videos previos de los fuegos artificiales, entre otros. Sobretodo, hacer que las celebraciones de fin de año sean divertidos y agradables para que así el niño(a) con TEA tenga la ilusión de esperar la siguiente Navidad con alegría.